Amenazas electrónicas


Reviso mi correo.

Como toda Viajera contemporánea: cargo mi celular al Sol y actualizo los mensajes y las últimas noticias que van dejando de importarme. Ahora son mis notas de ficción diarias. Un mensaje.

El correo es de Interfona, tiene colores suaves y a la letra dice: 

:::

"Sabemos que te quedaste con preguntas y no es recomendable hacer viajes sin saber algunos riesgos. 

Sabemos que te interesan los hombrecitos así que te contaremos sobre uno de Ellos:

Neruda emprendió su viaje como todos. Preguntando. 

Llegó a Estación Manila, compró un boleto de hilos y ahí comenzó una especie de ERROR POETA.

Tomó su silla y de cara a Ciela Espera experimentó un viaje sin retorno. 

Reconstruyó cielos bellísimos, claro, tenía todos los de Isla Negra, tenía otros de su colección de antigüedades, cielos antiguos que fue uniendo uno con otro. Peces, barcos, miniaturas, timones, sirenas, péndulos gigantes, juguetes. 

Reconstruyó el cielo más real que pudo y a la hora 35, así emprendió el viaje:


Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera 
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura 
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía. 
Gonzalo Rojas, Del zumbido II

[Es verdad que este es otro poeta, pero nos gusta y lo define]


Neruda cruzó el largo y amplio túnel extasiado 

¿Sabes que nunca hubo un enjambre de abejas tan sonoro invadiendo el silencio de Estación Salida? 

No recordamos el tiempo que duró, quizás fueron días. Sin embargo, los Algodoneros incendiarios le avisaron. Y nos avisaron. 

Una vez puso Neruda los pies sobre ellos: Lo cobrizaron. Y lo sentenciaron: "Esos cielos ahora existen pero no están habitados"

De manera que inauguramos para las inventoras y mayormente para los falsificadores, una zona donde alguien alguna vez pueda recuperarlos: Objetos perdidos de Estación Salida.

- Te avisamos: sabemos que tu cielo sí está habitado, pero sabemos que tu abuela no es tu abuela.

Firma: Bocina de luz"

:::

Lo leo varias veces. 

Me recuerda la sensación de encontrarme paseando en la carta astral. Por cualquier premonición tomo un tiempo para continuar el mapa. Dibujo puntos, coordenadas, me tomo unas selfies.


(Cielo de Isla Negra, álbum personal de la viajera)


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Detalles del recorrido

Viaje al centro de mi abuela

Algodoneros incendiarios